El cardo mariano es útil en trastornos hepáticos, alcoholismo, hepatitis, cirrosis, intoxicaciones, etc.
En la cápsula los principios activos de la planta seca están intactos, perfectamente conservados debido al cierre hermético de la misma y por tanto protegidos de la humedad del aire. La cantidad de principios activos (escasa en el polvo de planta a dosis tan pequeña como es una o varias cápsulas) se refuerza con extracto seco; es decir, el contenido de la cápsula en casi todos los casos, es planta pulverizada más extracto seco de la misma. Los principios activos se cuantifican y van expresados en el cartonaje de cada producto.
La cápsula se desintegra por acción del ácido clorhídrico estomacal en menos de 5 minutos. Así se libera el contenido en el estómago, sin pérdida alguna y totalmente íntegro, tal y como se encuentra en las plantas, siendo absorbidos o actuando sobre la mucosa, los principios activos.
Las cápsulas son un producto totalmente inocuo. Es mejor emplear las transparentes para evitar incluso el colorante que llevan consigo. El paciente no debe recelar del uso de las mismas debido a malos recuerdos, derivados del consumo de cápsulas con contenido sintético (productos farmacéuticos), ya que no es la cápsula en sí sino el contenido, el que produce una u otra acción.
Ingredientes:
Extracto liofilizado de cardo mariano (Silybum marianum (L). Gaertn, fruto) (300 mg); estabilizante: celulosa microcristalina, agente de recubrimiento: copolímero de metacrilato neutro, cápsula (hidroxipropilmetilcelulosa).
Modo de empleo:
Tomar 1 cápsulas dos veces al día.